!Hola! Bienvenido de nuevo al segundo capítulo de la sección «Mi Historia» de mi blog. Hoy quiero dar un salto atrás en el tiempo, después del primer capítulo de la historia: «De becario a socio de la empresa«. Y vengo a contaros la que fue realmente mi primera experiencia como emprendedor o empresario. Esta es la historia de mi primer negocio. Y para esto tenemos que remontarnos unos cuantos años atrás, concretamente al año 2009.
Tenia por aquel entonces 20 añitos, y ya tenía claro que me quería dedicar a esto de la informática. Aunque me encontraba estudiando un CFGS de Administración de Sistemas Informáticos, ya comenzaba a tener mis primeros trabajos como informático, nada muy complicado, mis primeras reparaciones, familiares que necesitaban arreglar su ordenador, conocidos que me dejaban el pc para hacer algún formateo, montaje de equipos…etc.
Todos estos trabajos los hacía en mi casa, más concretamente en mi dormitorio, donde llegué a tal punto, que la acumulación de torres y «cacharros» en mi habitación, desembocaron en alguna que otra bronca con mi madre. ¡Fue entonces cuando tomó forma la idea de montar un negocio!
Llegó el momento de montar mi negocio
Los clientes los tenía, los conocimientos, en cierta forma también, aunque aún faltaba por aprender mucho, el espíritu emprendedor quizás me viene de familia, así que era el momento de dar un paso más y montar mi propia tienda de informática. «Computer DK» ( el nombre era por como me llamaban en esa época, Daka, pero eso es otra historia).
Tengo que agradecer a muchas personas su ayuda, mi pareja de aquel momento, amigos, familia pero sobre todo gracias a la ayuda de mi padre, que me apoyó en el proyecto, nos pusimos manos a la obra. Había que buscar un local, acondicionarlo, darme de alta como autónomo, buscar muebles, material, hacer un poco de obra, pedir permisos…etc. Después de unos meses, la tienda era una realidad, «Computer DK» abrió sus puertas en mi pueblo, Guamasa. Un pequeño local, en el que montamos una zona de taller, algunos expositores, una mesa de oficina, un mostrador donde atender a los clientes y un pequeño Cyber con 6 ordenadores. Sí, en esa época existían los cybers, los de la generación Z no sabrán ni lo que es.
Mi primer negocio estaba en marcha. Computer DK era algo más que una tienda de informática, eran la ilusión de un joven de apenas 20 años que tenía muchas ganas de hacer se su pasión, su modo de vida.
Compaginaba mis estudios con la apertura de la tienda, fueron tiempos de mucho trabajo, pero cuando haces lo que te gusta, el trabajo no te pesa. Aprendía cada día a pasos agigantados. Se trataba de una tienda de informática donde poder comprar tu ordenador o cualquier otro producto electrónico, servicio técnico, montaje de redes, accesorios de oficina, un cyber como ya he comentado e incluso llegué a realizar algún trabajo de diseño de flyers, tarjetas y alguna web (si se le podía llamar así). Organicé también algún que otro torneo gaming en la tienda (Counter, Fifa…etc.). Pero sobre todo mi objetivo, era ofrecer un buen servicio de atención al cliente y un buen asesoramiento informático.
La experiencia en mi primer negocio
Hoy, hace 15 años de aquello, que se dice pronto. Pero al escribir estas líneas, me ha venido a la cabeza todo lo que viví en esos momentos, cuando comencé, la mezcla entre ilusión y nervios era tremenda. Poco a poco fui aprendiendo todo lo que tener un negocio conlleva, quizás en ese momento no te das cuenta, pero la experiencia y los conocimientos que adquieres en el campo de batalla, al cabo de los años, las valoras mucho más.
Fueron llegado los primeros clientes, el boca a boca era el mejor marketing que tenía en ese entonces. No existía la publicidad en google o redes sociales, ni nada de eso con lo que hoy estamos más familiarizados.
Que un cliente saliera contento con el trabajo realizado o el asesoramiento que le había recibido, era para mi, el mayor premio. Cada servicio lo tomaba con la mayor de las ilusiones y una seriedad absoluta. Siempre tratando de resolver el problema al cliente y como no, intentando ser competitivos en precios, como siempre en la informática.
A día de hoy, seguramente haría muchas cosas de otra manera, también son otros tiempos, pero me siento muy orgulloso de aquella primera experiencia, para mi, un caso de éxito total. Y aunque no duró mucho, un 1 año, todo lo que viví allí fue maravilloso.
Haciendo una reflexión, son pocos los jóvenes, que con 20 años y sin apenas experiencia, se atreven a montar un negocio. Tener una responsabilidad tan grande y luchar por su futuro con la misma ilusión y ganas. Quizás este espíritu emprendedor me viene de familia, pero eso os lo contaré más adelante, en otro capítulo de la historia.
ComputerDK cierra, el fin de mi primer negocio
Después de un año, la experiencia llegó a su fin, cerraba mi primer negocio. Y he de decir no fue una decisión fácil, ni tampoco fue algo generado porque las cosas fuesen mal, todo lo contrario. Al final del primer año, la tienda iba cogiendo una estabilidad, muchos procesos los tenía automatizados y en definitiva, era viable.
Pero el que me conoce sabe que soy una persona ambiciosa y siempre quiero llevar las cosas a un nivel más. Y eso fue lo que me pasó unos meses antes del cierre, quería a nivel personal y profesional, dar un paso más. Había terminado el CFGS Administración de Sistemas y veía en el mundo de internet y sobre todo en la programación, un futuro. Por ello, tomé la decisión de estudiar una carrera , y para eso, tendría que irme fuera de Tenerife, a Barcelona.
Fue ese, el principal motivo que derivó en tener que echar el cierre. Después de un año en la que hasta ahora había sido mi empresa y mi pasión. Lo hablé con las personas que me habían apoyado y habían apostado mucho por mi. Como ya os dije, no fue una decisión que se tomara a la ligera. En ese sentido, tengo que agradecer sobre todo a mis padres y a mi pareja en ese momento, que me apoyaron ciegamente. Dejaba todo para marchar a estudiar un Grado Multimedia a Barcelona.
La idea para el cierre era clara, había que terminar con los últimos trabajos y pedidos de los clientes, algunos de ellos al enterarse me trajeron sus pcs para una ultima reparación. Por otro lado había que hacer una liquidación por cierre, también me venía bien sacar algo de dinero que tenía invertido en la tienda para mi siguiente aventura de marchar a vivir a una ciudad como Barcelona.
Las cosas no siempre suceden como las planeas
El destino, no quiso ponérmelo fácil. Dos semanas antes de cerrar definitivamente, ocurriría algo, que trastocaría un poco todos los planes.
Todo estaba casi preparado para el cierre e incluso había llegado a liquidar parte del material y muebles de la tienda. Pero aún me quedaban por entregar unos servicios técnicos, y dos portátiles nuevos que me habían pedido a clientes.
Fue entonces, cuando una mañana, muy temprano, me llama por teléfono mi tio, ¡habían entrado a robar en la tienda! Se lo llevaron prácticamente todo, incluido mi ordenador personal, mi cámara de fotos personal y claro está, todos los equipos de los clientes.
Una de las sensaciones más amargas y raras que he podido vivir, la mezcla entre rabia, impotencia y preocupación era brutal… Diría que aún hoy la siento al pensarlo. Después de una mañana entre policía, llamadas y sospechas, sabía que no había nada que hacer. Era la última vez que estaba en mi negocio, tocaba sacar todo y definitivamente echar el cierre.
Por supuesto, la perdida económica para mi, fue importante. Hice frente a costear todos los equipos de los clientes que se habían llevado y volver a pedir los equipos nuevos que había que entregar y estaban pagados. Lo primero era ser responsable, pedir disculpas y quedar bien con los clientes.
Esto supuso un mazazo a mis planes y también económicamente a perder ese dinerillo que me quería llevar para comenzar mi nueva vida en otra ciudad.
Nunca me arrepentiré de montar mi primer negocio
Pese a todo, no me arrepiento. El final no fue el deseado, pero todo lo vivido y sobre todo lo aprendido con esta experiencia, es para mi uno de los mayores aprendizajes que la vida me ha dado. Computer DK tendrá siempre un espacio especial en mi historia y lo considero una parte importante que ha forjado mi personalidad a día de hoy.
Quiero aprovechar esta parte de mi historia, para animar a todas aquellas personas que están pensando en montar su propio negocio, sea del sector que sea. A que lo hagan. Considero que se tiene mucho que ganar y muy poco que perder. Y me gustaría que esta parte de mi historia sirva de alguna manera de motivación para ello, porque cuando las cosas se hacen con pasión e ilusión, las cosas salen bien y por muchos obstáculos que se encuentren, es importante saber que luchando se puede salir adelante.
